Hace no mucho tiempo se armó algo de revuelo en redes sociales y medios por el tema del consumo de alcohol durante el embarazo. Una copita de vino, una cerveza de vez en cuando… ¿Se puede? La respuesta es categóricamente NO. Darle alcohol a un bebé recién nacido nos parecería una barbaridad, ¿verdad? Hay que concienciarse de que beber alcohol estando embarazada es igual de grave. El alcohol atraviesa la barrera placentaria, de manera que los niveles de alcoholemia fetales se aproximan a los niveles maternos dos horas después del consumo.
Hoy, 9/9/22 se celebra el Síndrome Alcohólico Fetal. Este síndrome se caracteriza por toda una serie de alteraciones fetales causadas por la exposición al alcohol. No está clara la relación entre dosis de alcohol consumida y efectos pero sí se ha demostrado en varios estudios como la exposición a bajas dosis puede causar alteraciones craneofaciales. Cantidades más importantes se asocian a bajo peso fetal y parto prematuro.
En otros estudios se ha demostrado que, aunque la mitad de los niños mayores con Síndrome Alcohólico Fetal mostraron puntuaciones de desarrollo normales cuando eran preescolares, todos presentan una disfunción cerebral confirmada a los 10 años. El 10% demuestran problemas de atención a los 5 años; el 60% a los 10 años. El 30 % mantienen un coeficiente intelectual por debajo de lo normal.
Por último, hay que señalar que el consumo de alcohol durante el embarazo, más allá del Síndrome Alcohólico Fetal antes descrito, también incrementa el riesgo de aborto del primer trimestre y de muerte fetal anteparto.
Por todo ello, como decíamos al principio, NO se debe consumir alcohol durante el embarazo, ya que estamos exponiendo al feto a un tóxico con efectos potenciales especialmente graves en esta etapa tan precoz.
Comentários